El transporte marítimo emite anualmente más de 1.000 millones de toneladas de gases de efecto invernadero. El último informe realizado por la Organización Marítima Internacional (OMI), que es el organismo especializado del sistema de las Naciones Unidas responsable del transporte marítimo y de la prevención de la contaminación ocasionada por los buques, indica un crecimiento del 9,6% en la última década.
Ante esta circunstancia, la OMI está desarrollando una estrategia que pretende reducir al menos un 50% las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte marítimo internacional en 2050, comparado con los niveles de 2008. Un propósito que constituye una magnífica oportunidad para innovar en los sistemas de propulsión de los buques. “Lo que nosotros hacemos es volver a usar el viento para co-propulsar los barcos. En realidad, sería como tener coches híbridos pero aplicado al mar” explica Cristina Aleixendri.
Para ello, la compañía bound4blue ha diseñado sistema de vela rígida basada en el concepto de succión, que recupera y actualiza el concepto de turbovela ideado por Cousteau en los 80. “Parece que, como ingenieros, tengamos que inventar la rueda en cada proceso” indica la cofundadora de la empresa. “Y lo que debemos hacer es no caer en innovar por innovar, sino hacerlo siempre con un propósito”.
En el caso de bound4blue, ese propósito es doble. Por un lado, permitir al sector marítimo cumplir con las condiciones medioambientales impuestas por la OMI. Por el otro, ofrecer una tecnología económicamente viable. “Gracias al viento, usamos un combustible ilimitado, sostenible y que no requiere almacenaje a bordo” continua Aleixendri.
Los avances tecnológicos desarrollados en los últimos años y, sobre todo, su experiencia a la hora de innovar dentro de un sector “en el que no teníamos ninguna experiencia” serán los ejes principales de la intervención de Cristina Aleixendri en C-Meet. De hecho, el encuentro empresarial sobre innovación y digitalización que promueve CEOE CEPYME Cantabria constituye un foro idóneo para “mostrar cómo hemos superado los retos que nos hemos encontrado y todas las batallas que hemos superado para promover la innovación desde fuera del sector marítimo”. “Debemos atrevernos a romper barreras y cambiar las lentes con las que miramos el mundo” concluye.
Actualmente, hay más de 60.000 embarcaciones en el mundo y menos de 20 cuentan con esta tecnología absolutamente disruptiva. Entre ellas, la vela de 17 metros abatible que instalaron en ‘La Naumon’, el barco escenario de la Fura des Baus. “Nuestro objetivo es que la vela sea un estándar y que se instale en todos los barcos que pueden llevar nuestra tecnología a bordo, que son alrededor del 80% de la flota” indica.
Para ello, el equipo de bound4blue hace un trabajo exhaustivo de análisis con los datos procedentes de las velas en funcionamiento. “Desde la primera que pusimos en un pesquero hasta hoy hemos mejorado la eficiencia un 30%” cuenta Aleixendri. “Hoy por hoy, seguimos estudiando los datos extraídos de las instalaciones para determinar el ahorro generado por nuestras velas”.